Es raro escribir sobre Goa cagandome de frío en Darjeeling. Me desperté en el Kankan Kenya Express dos estaciones más tarde de lo que debía, nada que unos cientos de rupias no solucionasen en un autorickshaw. Goa está compuesta por unas cuantas playas a lo largo de unos cien kilómetros sobre el mar arábico. Esa misma noche había decidido hacer base en Anjuna, famosa por su mercado de los miércoles, backpackers, ravers y hippies.
Esta vez busqué alojamiento entre las opciones midrange de la lonely planet. Anjuna Village es casi un resort; pileta, spa, room service y a metros de la playa que pueden ver en las fotos. Almuerzo by de pool. Bar overlooking the sea el resto de la tarde. En el hotel enganché un flyer de un lugar de práctica de yoga, así que a la tardecita alquilé un scooter y fui a la clase de las 17. No encontré ningún gurú indio, la profe era una chicha australiana que hace algunos años que viaja para dar clases. El Dynamic yoga tuvo un solo alumno y fue bastante dynamic, muy bueno!. Por la noche encontré el Shore Bar en la playa. kingfisher en mano me fui con un sueco y un irlandés a la playa de Baga donde supuestamente estaba la fiesta esa noche. No encontramos ninguna rave, pero la gira de bares se extendió hasta la mañana siguiente.
Al mediodía siguiente playa, midday kingfisher y sea food. Por la tarde me deshice del scooter. Conducir por la izquierda haciéndome cargo de todas las bocinas que sonaban me había estresado. Prefería estar a pata, total a la noche se viaja en taxi y de día playa y pileta. Cena en el Shore Bar, hash en la playa y rave. La fiesta estaba bastante bien, pero a los 45 minutos de haber llegado, alrededor de las 23 terminó abruptamente. Preguntamos donde seguirla y taxi de por medio llegamos al Tito’s Nightclub de Baga. No further comments here.
Al mediodía siguiente playa, midday kingfisher y sea food (parece que el día anterior hice lo mismo y así es). Por la tarde compré algunos chirimbolos en el flea market de los miércoles, un gran bazar al aire libre. Cena en el Shore Bar y esta vez teníamos el dato de una fiesta, apurando la cena llegamos a la fiesta a las 22.30, 22.55 se acabó la música. Parece que en Goa las fiestas duran 15 minutos, hay que perseguirlas por todos lados. Aparentemente están prohibidas por eso es difícil seguirles el rastro, para mi es simplemente una estrategia de los taxistas. Finalmente playa, hash y otra fiesta.
Al mediodía siguiente playa, midday kingfisher y sea food. Los únicos que cuentan el tiempo en Goa son los relojes, fue difícil irme cuando llegó el momento. A las tres de la tarde me dí un baño en el mar, me despedí de mis últimos nuevos amigos y tomé un rickshaw al aeropuerto, Calcuta me esperaba.
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